¡No sabes cuánto te deseo!
No sabes cuánto…
Si por mí fuera
Pasaría cada minuto
Cada segundo… adorándote
Mirándote y
muy seguramente
Cuando te marcharas extrañándote;
Sé que puedes ser mía y yo puedo ser tuyo,
Pero no es suficiente todo esto,
Nada es suficiente,
Nada para el marchar de los días que nos alejan
Y nuestros mundos nos amarran distanciándonos
el uno del otro...
Como quisiera volver acrisolarme en tus labios,
Sentir que mi vida va y viene con sólo
moldearlos en mi boca,
Tocar cada espacio y cada rincón de tu cuerpo
con el mío.
Pero volver aterrizar y saber que solo queda en
un quisiera,
Solo queda en un sueño,
O un tal vez.
Que ese fuego interior, avivante, vigoroso y
arroyante debe consumirse,
Como se consume todo fuego o toda pasión,
O como se marchitan todas las flores,
Esas flores hermosas del jardín.
Y pensar más en ti;
Que debes ser feliz
Olvidándome, borrándome y arrancándome
tenazmente de tu vida.
Así como a veces se arrancan las pobres e
inocentes flores de su majestuoso pensil.
Te deseo, pero no debo
No debo aparecerme, ni mirarte
Solo dar paso atrás, para que tú puedas marchar
Y así yo quizás en algún tiempo dejar de llorar
Joao Lascarro
Derechos reservados del autor